Primero y siempre viene el negro. Un little black dress es indispensable en cualquier clóset que se respeta y es una compra inteligente, porque será un vestido que podrás usar en graduaciones, en un coktail, en una boda o para una cita muy especial. Este viene marcando la cintura con un moño y el resto de sus formas son modernas y estilizadas como dictan las últimas tendencias. Mézclalo con zapatos del mismo color y algún collar vistoso alrededor del cuello. El maquillaje puede ser dramático o natural, como lo prefieras.
Clásico y sensual, este vestido marca las formas y las resalta del escote hasta los pies. El color es perfecto para casi cualquier tipo de piel y, si vas a una fiesta, aprovecha para realizarte un leve bronceado que te permitirá iluminar la piel y resaltarla. De igual manera se lleva con algún accesorio extra large ya sea un collar o unos aretes. Los zapatos tienen que ser sandalias, pero pueden ser también plateadas.
El estilo griego viene fuerte también esta temporada y esta mezcla de Mango me encantó. La tela es suave y ligera, pero los detalles en la cintura le dan fuerza y marcan el cuerpo; el escote hará que te volteen a ver y definirá hombros y brazos. A tomar en cuenta también el detalle del pendiente y los brazaletes que dan un toque gótico al look.
Para las que quieren destacar en el bar o en la disco este vestido será inevitable. La tela y la forma son de lo más sexy, mientras el color y su acabado brillante le brindan toda la elegancia de un vestido de noche. La silueta viene muy pegada y se puede acompañar con unos smoky eyes y una boca pálida que terminarán de encender el rostro.
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